Hay que acudir en ayunas de al menos 8 horas para la extracción de sangre. No es necesaria cita previa, las extracciones se realizan de 8:00h – 10:30h de lunes a viernes (menores de 5 años consultar previamente).
Los resultados se entregan a las 48 horas – 15 días, depende de la vitamina. Consultar la disponibilidad y el tiempo de obtención de los resultados de las diferentes vitaminas. Avisar en el momento de la toma de muestras de las vitaminas a analizar.
A través de una simple extracción de sangre podrás descartar cualquier déficit de vitaminas.
Es posible el estudio de las siguientes vitaminas:
- Vitamina A. Es la responsable del desarrollo y mantenimiento de la piel, dientes, huesos y mucosas. También conocida con el nombre de retinol, la vitamina A también se encarga de generar pigmentos oculares en la retina. Un bajo nivel de vitamina A provoca caída del pelo, ojos secos o problemas en la dentadura. También se suele solicitar para estudios de reproducción y fertilidad.
- Vitamina B1. También conocida como tiamina. Ayuda a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía. El papel principal de los carbohidratos es suministrar energía al cuerpo, especialmente al cerebro y al sistema nervioso. A su vez juega un papel en la contracción muscular y la conducción de las señales nerviosas y es esencial para el metabolismo del piruvato.
- Vitamina B6. Conocida como piridoxina. Relacionada con el sistema inmunitario, es fundamental al ayudar a que nuestro organismo produzca anticuerpos que ayudan a combatir las enfermedades e infecciones. Además también es responsable de mantener los niveles de azúcar en sangre en unos niveles saludables. Un bajo nivel de esta vitamina puede causar anemia.
- Vitamina B9. También conocida como ácido fólico o folatos. Esta vitamina ayuda a prevenir posibles malformaciones en el feto, como la espina bífida, durante el embarazo. Ayuda a generar glóbulos rojos y a la replicación del ADN.
- Vitamina B12. Metaboliza las proteínas y ayuda al mantenimiento del sistema nervioso. Esta vitamina se suele encontrar en alimentos como el pollo, leche y derivados, huevo, marisco etc. Un descenso de esta vitamina puede provocar hormigueo y entumecimiento en las extremidades y anemia. Aquellos pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente para bajar de peso pierden la capacidad de absorber esta vitamina. Se le conoce también como cobalamina.
- Vitamina C o ácido ascórbico. Fundamental para el correcto crecimiento y desarrollo. Ayuda al organismo a la reparación de los tejidos y a generar piel, vasos sanguíneos y tendones. También ayuda a la cicatrización de las heridas y absorber el hierro. Nuestro cuerpo no genera vitamina C por sí solo y tampoco la almacena, por lo que es fundamental incorporar alimentos ricos en esta vitamina en nuestra dieta diaria (patatas, naranjas, kiwi, espinacas etc.) Un bajo nivel provoca encías sangrantes o anemia.
- Vitamina D2 (1,25-OH) y D3 (25-OH). Fundamental para mantener los huesos sanos ya que se encarga de absorber el calcio y el fósforo. Ambos minerales son básicos para la correcta formación del sistema óseo. Un nivel alto de vitamina D puede provocar problemas renales, confusión, náuseas, estreñimiento, etc. En cambio, un bajo nivel provoca osteoporosis en adultos y raquitismo en niños.
- Vitamina E. Conocida como tocoferol o alfa-tocoferol. Es un antioxidante que protege y refuerza a nuestro sistema inmunitario frente a los radicales libres. La acumulación de ellos puede provocar envejecimiento y problemas en el sistema nervioso y cardiovascular.
- Vitamina K. Esta vitamina ayuda al cuerpo a la formación de huesos y tejidos. También produce proteínas que ayudan a coagular la sangre. Si no se tiene suficiente vitamina K, podría dar lugar a abundantes sangrados. Los recién nacidos tienen muy poca de vitamina K y frecuentemente reciben una vacuna de esta vitamina poco después de nacer. Si se estás tomando anticoagulantes, es necesario tener cuidado con la cantidad de vitamina K que se consume.
- Vitamina H. También conocida como biotina o vitamina B8. Presenta la peculiaridad de que no se puede almacenar en el organismo y esto provoca que se deba incluir en la dieta de una manera regular.
Es importante seguir una alimentación variada y saludable para conseguir un balance adecuado de cada una de estas vitaminas.
